El año es 1904. Antofagasta, aún vestida de salitre y viento del Pacífico, despierta al bullicio de un nuevo siglo. Desde la costa, el perfil de la ciudad comienza a definirse entre el polvo salino y la esperanza de un puerto que crece día a día. En el centro de esta transformación se alza el antiguo Muelle de Ferrocarril, una estructura sólida de acero, pino oregón y roble americano, unida con la fuerza del concreto y la determinación de un puerto que conecta el desierto con el mundo.
Construido en 1875 por la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, este fue el primer muelle de carga de la ciudad, pieza clave en el embarque del oro blanco del norte: el salitre. Inaugurado formalmente en 1880, también funcionó como terminal de pasajeros, recibiendo viajeros, comerciantes y obreros que llegaban desde distintos puntos del país y del extranjero. En 1885, el muelle fue adquirido por la Compañía Minera de Huanchaca de Bolivia, y más tarde, en 1888, pasó a manos de The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Co. Ltd., consolidando su rol como eje logístico del comercio regional. A solo unos pasos, se aprecia el horizonte urbano de aquella época.
Ese mismo año, 1904, marcaría un hito político: con el tratado firmado entre Chile y Bolivia, Antofagasta se consolida como ciudad chilena. La región se expande y se reorganiza en tres provincias —Antofagasta, El Loa y Tocopilla— y comienza a perfilarse como el corazón minero del país, con más del 50% de la producción nacional concentrada en su árido territorio.
Antofagasta (Chile). Muelle de pasajeros, Gobernación marítima: [y Edificio del Ex Resguardo Marítimo, situado a la izquierda, Barrio histórico de Antofagasta] [fotografía] / Imprenta Barcelona. Antofagasta : Imprenta Barcelona , [Entre 1904 y 1910]. 1 tarjeta postal : fotografía, monocromo gelatina sobre papel ; 14 x 8,5 cm. https://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/635/w3-article-611630.html